Hoy me entenderán muchos de los que me lean. Reír, no sé si reirán. Pero entenderme, seguro. Haciendo cuentas, viendo ingresos y salidas, me ha venido a la mente una palabra (y otra después) que al menos me ha servido para distraerme un poco de la aburrida tarea.
Hipoterca. Variante de hipoteca, mucho más tenaz y persistente. Tan tozuda es que se resiste a liberarte de sus garras.
Hipotuerca. Otra, que debe su nombre a la habilidad con que nos aprisiona.
Se las dedico a todos los que sufren esta enfermedad crónica, que en la mayoría de casos sólo se cura con los años, y eso si no se la contagiamos a nuestros hijos.